te afirmo tras un espejo
y siento tu respiración
grácil y profusa que se mece
entre mi cuello y el algodón
bonitas cosas dices
que no creo, pero que deseo
descifrar y miras mis dedos
buscando el escondrijo
y hallas? el disgusto
que es el mismo para todos
el silencio de ataúd..
lánguido arrastras tu insistencia
pisoteando tu machito orgullo
y para mí, el disfrute sórdido
viendo como se desliza la máscara
por tu jubón
pobre idiota! no existe originalidad
yo escudriñaba semblante con lucidez
en ausencia de sensualidad
en la estrategia
sin espacio impreciso
para una barroca mirada
todo es vano y finito
todo es marchito
por el camino del atajo.
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