9/5/07

Un cigarrillo

Soy fumadora, por azar o por imitación..

Dejé los apuntes sobre un banco, salí al pasillo a prenderme un cigarrillo y quemar el resto del tiempo libre antes de entrar a la condenada clase, de la condenada profesora, que parlotea una hora y media sobre un condenado tipo apedillado Lacan, el cual se pregunta ¿por qué no hablan los planetas?

Haciendo la prescindible síntesis de mis momentos posteriores, no creí que ningún acontecimiento podría alternar el orden predestinado. Tiré la collilla humeante aún y me dispuse a entrar. Para mi sorpresa una gordita con cara de nada me respondió con una negativa que solo vi pero no oí.

¿alguien ha visto unos apuntes y un cuadernillo de social?...abandonaron la charla y giraron hacia mí, respondiendo con preguntas ¿te fijaste bien? ¿no te habrás equivocado de salón o de clase?
¿pero que carajo les pasa? Segura del lugar donde había dejado mis cosas, señalé el sitio sin más (donde ahora estaba la gorda)

esas cosas que alguien tomó del banco que ocupaba un sitio signado para alguien, sin nombre no aparecieron. No poseía demasiado valor monetario, ni siquiera sentimental, eran simplemente míos y con eso alcanzaba. Se imaginaran que el daño es reparable pero eran mis apuntes y me los arrebataron.

La impotencia procuró en mí una especie de bronca luego se transformó en resignación.
Cuando fui a la portería había transcurrido escaso tiempo para que alguien que se los hubiera llevado sin querer tuviera tiempo de reparar en ello, y con gran esmero los llevara hasta allí.

Caminando Riobamba, congelada mi nariz por este frío precoz. Invoqué a la gorda que se sintió tocada, no sé por qué, a las boludas mudadas en psicólogas buscando alternativas aledañas a mi problema y no llegando jamás a la conclusión más trivial: me habían afanado, la gente afana en la facultad de psicología chicas.. pensé en aquella profesora omitiendo las dudas de los alumnos, quitando todo margen para un comentario porque es tan completa, vana y exagerada su presunción sobre el conocimiento que roba a los estudiantes las incertidumbres... y mis apuntes.

2/5/07

Nocturno - Oliverio Girondo

Frescor de los vidrios al apoyar la frente en la ventana.
Luces trasnochadas que al apagarse nos dejan todavía más solos.
Telaraña que los alambres tejen sobre las azoteas.
Trote hueco de los jamelgos que pasan y nos emocionan sin razón.
¿A qué nos hace recordar el aullido de los gatos en celo,
y cuál será la intención de los papeles
que se arrastran en los patios vacíos?
Hora en que los muebles viejos aprovechan para sacarse las mentiras,
y en que las cañerías tienen gritos estrangulados,
como si se asfixiaran dentro de las paredes.
A veces se piensa,
al dar vuelta la llave de la electricidad,
en el espanto que sentirán las sombras,
y quisiéramos avisarles
para que tuvieran tiempo de acurrucarse en los rincones.
Y a veces las cruces de los postes telefónicos,
sobre las azoteas,
tienen algo de siniestro
y uno quisiera rozarse a las paredes,
como un gato o como un ladrón.
Noches en las que desearíamos
que nos pasaran la mano por el lomo,
y en las que súbitamente se comprende
que no hay ternura comparable
a la de acariciar algo que duerme.

laventuradelapalabra

"sin dudas soy yo un bosque y una noche de árboles oscuros: sin embargo, quien no tenga miedo de mi oscuridad encontrará taludes y rosas debajo de mis cipreses" Nietzsche