12/10/07

Fiesta

vierta el contenido del sobre y un litro de leche fría en una cacerola, luego revuelva y cocine a fuego moderado.
Celebramos la reconciliación con mi hermana firmada en un pacto silencioso y amable. la convivencia nos lleva a las desuniones mundanas, pero es necesario un poco de quietismo y distancia... y ya. listas para preparar juntas el almuerzo

me siento sobre la mesada cerquita de la hornalla para atender la fundición del azúcar. progresivamente los granitos se van aflojando por el calor, después quedan algunos cascotitos blancos que pronto ceden a la fusión. el color blanco se trasmuda en caramelo líquido y es hora de sacarlo del fuego. cocinar sólo lo disfruto cuando estoy en calma o simplemente siento algún motivo de festejo que amerite una comida. es una forma bastante materna de dar cariño.

un recuerdo acompañado de dos aromas de reconciliación con un antiguo novio evoco mientras mezclo los ingredientes. cuando dábamos por finalizado los argumentos de ambas partes, los olores de la comida aliviaban la tensión, acortaban las distancias abismales y nos encontrábamos en un rico sabor. tras lo cual, viene el otro recuerdo con su olor, el olor peculiar del sexo y nos entregábamos a una fiesta de los sentidos. ya aquietadas dos de las necesidades más básicas e importantes de todo ser humano, la fiesta era un deleite.

si alguna vez alguien dijo que el hombre para ser feliz necesita trabajar, estoy segura que le faltó el postre..

2 comentarios:

phillip dijo...

comosiempre tu percibes sutilmente bajo todo velo de este cotidiano suelo..caramelo vainilla y canela para ti deseo...

un beso

Maracuyá dijo...

los aromas son sutiles que nos atan a la vida.
Gracias y besos!

laventuradelapalabra

"sin dudas soy yo un bosque y una noche de árboles oscuros: sin embargo, quien no tenga miedo de mi oscuridad encontrará taludes y rosas debajo de mis cipreses" Nietzsche