Sentada sobre quien sabe que silla
puedo sentirme miserable..comprender
la incompletud de lo que soy
La reminiscencia de la caminata
nocturna-matutina
cuando embotada mi cabeza imaginaba
la precipitación del ser externo
Apurando el paso
entre la borracha muchedumbre
y yo, en algún lugar de mi inconciencia
me veía bastarda de cariño
El cuerpo, cero a la izquierda
me cantaba su necesidad de calor..
Me divide, me debilita, me empuja
la hiancia de lo profundo...
la nada eterna
la enraizada melodía inóspita
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