30/6/08























Una metáfora
sin tregua atrapa
el sentido del deseo

sabrás decir
la palabra precisa
más allá de la sintaxis admitida

sabrás no decir
y buscarás como contar
un relato
del vacío.

Leer es el hambre
la escritura tu regalo.
Dormir es el pretexto del sueño.

El guardián protector del descanso
es un sonajero
que despierta
el vértigo de la insondable identidad.

Frente a la innegable respuesta
de la muerte
te desperdiciaste.

Para ahuyentar la muerte

Sembrar escritura en el jardín de la soledad
era el ejercicio de tu pasado
una tierra fértil donde crecían
un rapsoda, una lila.
El aroma de la muerte, en los puntos finales.

El sensible tacto recorría
la comisura de la locura.

Hoy del presente
la escritura.


Sanando de la muerte

Anita es mi analista.
Ella me dice, que la búsqueda activa
es la salida a mi inacción. Sin importar
a dónde me dirija.
El punto no es encontrar un rumbo.
Aunque, tanto andar sin ir a ningún lugar
Te lleve a un sitio.
No interesa el tiempo de la
reconstrucción, mientras pueda decir.
Y siempre digo de manera distinta la historia.

También dice, que la angustia
es la llave. Y para mi es toda una verdad.
Vaya a saber por qué.

Aunque no lo dice directamente
Porque sus enunciados repiten
Y yo no logro escuchar
Porque estoy colgada
De un cuadro de Quinquela
dispuesto en la pared
a los pies del diván

laventuradelapalabra

"sin dudas soy yo un bosque y una noche de árboles oscuros: sin embargo, quien no tenga miedo de mi oscuridad encontrará taludes y rosas debajo de mis cipreses" Nietzsche