24/2/07

Nosotras

Sentadas en corros en un bar llamado Sabina a dos cuadras de casa. cero cero del jueves nos unimos a la poca gente que ocupa el lugar. en particular este espacio me aburre, es la misma temática cada vez, pasen veinte días, dos meses, medio año desde la última vez, el tiempo está estancado, haciendo honor al nombramiento se deduce la condición musical.
la situación se desenvuelve normalmente, palpamos el lugar dándole un vistazo general, pedimos una cerveza, nos prendemos un pucho. “esto no se lo conté a nadie”...(traducción: no se lo digas a nadie) y al filo del descubrimiento de la novedad risas acompasando el discurso.
este salón mal iluminado, hediento de humedad regala confesiones, absurdas algunas, pero confesiones al fin. ella me dice que no lo comente a nadie y concluye con un dolor que puedo espiar en sus ojos, por eso dije se terminó!! . ahora yo me pregunto, cuando una relación concluye por decisión del otro ¿ se termina para uno ? . suben los músicos al pequeño y cálido escenario, la disposición es izquierda respecto de la entrada, dos columnas obstaculizan la percepción, pero elegimos un buen lugar, yo solo debo correr un poco la cabeza hacia la derecha para observar al pianista. nos gusta el cantante, el escenario les da a las personas esa cuota de estrellato que atrae por la condición del actor. y dando rienda suelta al imaginario nos lo figuramos en la cama, debe coger bien, me dice, si, respondo, pero aparenta dulzura, nos reímos, seguro es un perverso que te ata a la cama y te mira omnipotente desde arriba con látigo en mano. la conducta sexual es algo casi imposible de predecir.
y jugando a la rayuela saltamos del uno al tres con un solo pié, soñamos despiertas, ataviamos improbables sucesos, vamos a la niñez, volvemos al presente. creo que uno es 70 % pretérito, el resto es construcción imaginaria de un futuro incierto y un pequeño porcentaje de la resta queda para el presente dinámico que vamos descubriendo por medio del tiempo del lenguaje y otro tiempo íntimo transcurre mientras tanto. ese 70 % es suelo sobre el cual se realiza la construcción de todo lo demás, modificándolo con constancia asombrosa dependiendo del tiempo presente, como decía, si no recuerdo mal, Heráclito, somos distintos cada vez, somos continuo devenir.

si existen momentos que valen la pena porque la valen
porque vuestra pena vale por esos diálogos
y procesiones en la vida de la pena de la otra
porque es parte de la propia vida la pena
porque la pena vale por compañía

21/2/07

Seguimiento literario: de la angustia ida

Mientras me bañaba en este domingo cálido de un verano que ya no limitan las estaciones... mientras tanto, cantaba para opacar este silencio del cual la angustia reina en estos últimos días. Me despierto un día, luego de tener una noche como cualquiera y ahí está, consecuencia de un sueño agüero, de algún pensamiento inconsciente, de algún retoño de sensaciones encapsuladas en mi estómago. No sé a ustedes cómo se les aparecerá esta agridulce amiga, pero lo que respecta a mí, me llega como un regalo en día de no cumpleaños, me alcanza como un soplido fantástico de viento en días de intenso calor. Así, viene de la nada. Pero la cuestión es... se precipita y se apodera de todo mi territorio. Y ya no la puedo desenraizar ni con todas las fuerzas de mi espíritu.
Pero sucede que como aparece, desaparece. Producto de su propio cansancio, se agota. A veces creo cometer su asesinato sin demasiados esfuerzos. Después de tantas veces poseída por su estampida, he comprendido que el tratamiento más inteligente es darle una dosis intravenosa de apacibilidad y comprensión. Así, me comprometo con su estadía y llegué a amar su compañía.
Sin contar, con la problemática que ocasiona cuando me encuentro en contacto con la gente. Por qué? Yo logré domesticarme, pero es mucho más fácil cuando se está en soledad. No puedo explicar la satisfacción maligna que me hace sentir cuando los demás me creen triste y preguntan si estoy bien?, en quién estarás pensando?. Esas solidarias e imbéciles preguntas que los amigos hacen para demostrarte que podes contarles lo que quieras...
De mí se apodera toda ella, me transforma la cara de perro y con una sonrisa confundida al oír la pregunta, respondo: estoy bien. Muy bien. Nunca entenderían mi pacto agnóstico, la dulce caricia para mi locura. Qué decirles.. estoy agradablemente complacida por su presencia en mí, pero no hay lugar para terceros en esta relación. Les podría decir “cállense pajeritos de mierda, necesito escuchar a mi angustia!!” y luego poner cara de nada, o cara de boluda, sin dar ninguna explicación pertinente frente a semejante manifestación irrazonable. Ni puedo, en todo caso, romper en un frenética risa convulsiva, manifestación de una imaginación irreprimible. O podría, pero tendría que dar explicaciones, y la explicación rompe el drama de toda angustia. La convierte en estupidez, una sensación de alivio superficial. Porque la cosa es más importante de lo que podría poner en palabras, va más allá de toda revelación discursiva.
Me comprenden, no?

Entonces, les decía, me estaba bañando, cantando, mientras tanto, se me cruzaba la idea de que mi conciliación con los demás me refiero básicamente con la familia que tengo acá, amigas, amigos, debía ser pronta (en ese momento intuí el abandono fatídico de mi amiga, dando paso al pensamiento
[1]). Me refiero a mi conciliación. Primero comprendo que destruí completamente todo rincón alegre, y que me zambullí en un idiotismo (estado de ocuparse solamente de asuntos privados) absoluto, que mi amiga, se apropió de la escritura, dando como resultado una monotónica expresión, consideremos es su única posible forma de exteriorización. También noto una leve molestia en el estómago, fruto inconfundible de su paso por mi cuerpo. En esos estados, uno o tiene una temible ingesta, siendo capaz de hacer pasar por el tubo digestivo capacidades descomunales de alimento, o se fuma la vida, o pasa por prolongados tiempos de no probar una migaja. Y así quedó, en un vaivén mi pobre cuerpo.
En fín... mi ánimo ya comienza a cambiar a partir de estos momentos en que la percibo viajando por otros mundos, tan distante y próxima a la vez.

Punto y aparte.


[1] Ella recordó más tarde, que la noche anterior al suceso del abandono, se sentía muy excitada, como si un frenesí se hubiera apoderado de ella. previo al hecho, se llena de una alegría inexplicable, es como si en las últimas horas, la angustia se fuera a dormir una siesta.

17/2/07

Seguimiento literario: de la angustia vestida

qué te pasa cagona de mierda
si vas a mirarte la lástima desde arriba
provócate la lágrima cristalina

no finjas la angustia que te vive
quedate piola y dejala hacer el hueco
tan grande como quiera

no la transcurras
ella es Imperial
te absorta la decisión

la hace punzar más
la insinuación de una sonrisa

y si la asomas a una explicación
no se apiada de vos

qué oídos podrán aceptarla en silencio?

el lenguaje efusivo
no es una opción

no dejes conmueva
la pista de una afamada retórica
esta serosidad atroz
del ánimo vengador

Seguimiento literario: de la angustia y sus variantes

quién dijo que sólo de amor habla la poesía?
quién dijo que no podré penetrar las capas epidérmicas de la angustia?
quién dijo que no podré hacerla poesía?

quién dijo querer saber sobre el cataclismo
del centro de mi integridad?

(si aquí nadie vino con un silencio respetuoso)

quien dijo que quiero hablar
quien dijo “busca un lugar”
errado está

quién les dijo que soy así?
sólo su inmensa capacidad de entendimiento?
y porque “es así”
me perdonan la frialdad
porque soy así... no conocen de mí

quién dijo que los quiero cerca?
si les dejo el resabio de la verdad

acaso no disimula la mirada
quién les dijo que quiero quedarme aquí
en el encierro abierto

Seguimiento literario: de la angustia. Descifrando


me comprendo distante
tengo el tumor de la tristeza en mi lecho, en mi pecho
recorre la incertidumbre mis escondrijos

y el pensamiento equidistante
es una burbuja de amor hacia mi pena

este sentido perdido
estos sueños ya no soñados
ausentes en mi fantasías

y me apoyo en una pared
donde la gente me ve sonámbula y encapullada
y el agravio de la angostura

soy la roca que llevo
hacia la pendiente más alta del limbo
y arrastro mi piel
llevandola en un sensitivo contrario

sin puntos cardinales
la desesperanza me ahoga
la angustia me toma la defensiva

me evado
y allí sigue, no la distraigo con estrategias
es astuta
me sigue en la oscuridad
sin sombras

es autentica, antártica

13/2/07

La Ventana

Comprendí anoche que la historia tendría que comenzar de manera de descolocar mi sentido, y como llevé hacia la almohada todo aquel cargamento de ideas, de palabras, de semiótica excelsa, la centelleante información encaperuzada hizo hirvientes burbujas en mi cabeza.
Y justo ahí, cuando uno se desploma en el colchón, dejando el peso completo del cuerpo sobre aquel deleite exclusivo, la disposición de las manos debajo de la almohada contorneada, que por esta vez, es una almohada de plumas suave, maleable, se deja disciplinar por las órdenes de los músculos y huesos.
Ya negligente y dispuesto el espíritu, en una postura que comprendo fetal, estoy lista para entregarme joven al misterio, adentrarme en los insólitos caminos del ensueño.
En los minutos subsiguientes, dejo obrar en mí la resistencia de la conciencia en lucha con las fuerzas del inconsciente enlazándose en una sutil danza de dominación, tras la cual, surgió una imagen nublada, estaba aún con los ojos abiertos frente a los cuales se extendían tinieblas grises, como en una mañana de invierno. Encaminada por un sendero de nada y a la vez, repleto de palabras unidas de sentido jamás descubiertos, una fluidez de elocuencia emanaba de mi boca, semejante a la de los charlatanes que, experimentados en el arte de la mayéutica convencen a su rival de las razones más absurdas. Porque yo, al igual que ellos, sabía del engendramiento de la indigente idea velada por esa oratoria.
Alguien comenzó a correrme, alguien que no veía pero sentía, alguna especie de sombra me seguía en esa confusa realidad, me agitaba sintiendo los pulmones roídos por el tabaco, al máximo de su trabajo, a punto de fisurarse si inhalaba una vez más.
Pero no lograba concentrarme en la huída. En la peripecia, mi imaginación seguía edificando escritura, apuntada por mí, pero ajena a toda mi expresión. No podía exonerarme de esa obra que me era externa, pero que a la vez era tan propia como el inconsciente que me gobernaba en ese momento y sobre el cual no tenía voluntad.
Así, en medio de esa neblina elástica, corría incansablemente y escribía empujada por un deseo insaciable.
Había descubierto aquellos relatos hermosos en mí misma, los tenía de sobre manera fluyendo en todas direcciones, eran parte de mis otras personas afloradas en mi inconsciencia.
Pensé, en el segundo inmediato a recobrar la cognición, que quisiera ser por un día más aquella mujer de ideas vitales y extrañas escapando de una sombra. Me supe incapaz de reproducir la errante aventura narrada, que oí por estar dentro mío, de la historia más fascinante jamás escrita. Sin saberme despierta aún... la idea que siguió al hilo de luz, fue la muerte, esa idea conjeturada, inasible como el viento.... el orgasmo, ¿será la muerte? ese mismísimo instante en que se llega al cenit del nirvana, ese suspiro que dura la física y mental sensación del orgasmo, cuando se está a punto de llegar, se desvanece todo pensamiento, se experimenta la nada pura, se inunda el cuerpo de sangre precipitada, se siente la inteligencia al borde del abismo y uno experimenta el sacrificio placentero de la unificación, la tensión que después del fin desaparecerá hasta el comienzo de la renovación. Es allí, es esa milésima de segundo cuando el deseo fenece, como una alianza fantástica de fin-y-principio, resurge.
El sentido común no me pudo agarrar los tobillos y salí disparada de la cama, buscando la cola del sueño perfecto, encendí la luz y bajándome frustradamente de aquella alfombra azuldorada, ya frente a la persiana que mi mano comenzaba a bajar.

3/2/07

El Cóctel de la noche que todo depara

la total mezcla plena
la pura impura mezcla que me merma los machimbres el
/almamasa tensa las tercas hembras tuercas
la mezcla

la mezcla con que adherí mis puentes

Luego de varios días en los que su soledad se encontraba descansando en los rincones de su intimidad. La volvió a encontrar. Estaba allí, con sus horas despobladas, su tranquilidad absurda y su cabellera agazapada en el gorro del abandono.
Así, a la hora en que el sol calma su ira, echo andar por las calles de Rosario. Se dirigió en principio hacia el parque Independencia, le gustaba que el primer punto de llegada sea ese, con sus muchos árboles abriendose extensamente frente a la vista, le parecían infinitos sus recovecos. Llenos sus senderos de deportistas improvisados, de gente sudando intensamente, de señores paseando sus perros, las nalgas se movían frente a su nariz, en un vaivén amable. La gente es linda aquí pensó. Hay hombres de músculos firmes, caras bonitas, mujeres de un cuerpo sereno, es tendenciosa la moda, esto embellece aún más el paisaje, todo armoniza, la moda es parte de la cultura, tendría que considerarla en su contemplación.
Se invitó a fumar un cigarrillo, como otras tantas veces, observó las miradas que se posaban en su cuerpo. La gente seguía andando frenéticamente sobre sus dos piernas, algunos autos, no muchos, cruzaban veloz frente al semáforo reverdecido, mientras el humo era exhalado livianamente de su boca roja. Su boca era hermosa, tenía labios que acechaban el beso, sonrisas torneadas perfectamente para cada ocasión, no se movía en vano, su boca, se mantenía estática cuando la situación no requería lo contrario.
Al final del cigarro ...como late el viento norte, cuando agosto está en el día, y el espacio nuestros cuerpos ilumina, lalala.. un silbido llenaba los espacios de letras no recordadas. Nunca supo silbar, al principio de la práctica, llevaba el aire hacia adentro, pero no era un silbido auténtico, después logró un silbido grueso que jamás aprendió a pulir. Así era su silbido, la melodía jamás encontrada.
Mientras tanto, transcurre la vida frente a sus ojos pardos, frente a su mente nublada, lalalala, la vida es como una película a color, pero muda, no escucha más que música, lalalala. Se sostiene con fuerza...lalalala, de la sinfonía aquella, lalala.
El cartonero metido dentro del contenedor de basura de la espléndida calle Oroño, la percibe cantando, sin inmutarse, en un arranque de broca, piensa en cosas que estimulen su veneno, y ahí nomás, su paso se acelera, camina a velocidades desconcertantes para su cuerpo no acostumbrado, la agitación la hace toser.... Giros... existe un cielo y un estado de coma, cambiar el entorno de persona en persona, lalala, giros, dar media vuelta y ver que pasa allá afuera, no todo el mundo tiene primaveras... lalalala, estoy queriendo ser otro...
Llegando a la calle Salta, comenzaban sus piernas a rezongar, pero no queriendo volver donde las cosas son predecibles, ya todo es predecible, y la aterra la idea del aburrimiento más que cualquier otra cosa. Calmó el paso.
Alcanzó al Río por Oroño, con una marcha ya acompasada, cruzó la avenida envuelta en armonía. Notó lo distinto que se torna atravesar la calle con un sentido menos, veía acercarse los vehículos, pero no los oía, era como un sueño, tendría que aguzar bien la vista para no ser sorprendida.
Un lugar, la noche cerrada de verano, calma, la brisa, apenas, el Río gesticulaba suavemente bajo una luna inmensa. Se decepcionó de no haber sido solo ella, la luna y el Río, varías personas se encontraban sentadas a la orilla de la barranca. Igual, pensó, estaba sola, ella y la luna iluminando sus hombros brillantes, no existían pensamientos, estaba tranquila, nada turbaba su hora, no había nadie a quien invocar, la rememoración de alguna personalidad no era objeto agradable al cual prestar ni la mínima atención.
Allá lejos, a su espalda, se oía el bullicio de la ciudad que pronto llegaría a opacarse, delante una postal a la que se agregaba un barco silencioso. La zona le era familiar, la gente le era familiar. Y sin embargo, era nuevo el lugar para aquellos pies. No hubo ningún pensamiento filoso, pero la distrajo una figura que asumía ser conocida, acercándose en su dirección, él la reconoció mucho antes:

- hola! Cómo estás?
- Qué haces? Tanto tiempo.
- Muy bien, vos?
- Bien.
- Qué haces acá? Estás sola?

Ella pensó, en decirle que no, pero vio asomarse la posibilidad de una charla, y algo más, algún tipo de descajete improvisado, sorpresivo, uno de ese estilo eran los mejores, eso la sedujo aún más. Nadie la esperaba, trató de sortear las frases comunes, en un intento de soplar palabras inesperadas, pero no pudo salir de la casilla. Uno no puede, en una comunicación casual, innovar una manera de diálogo. O puede, pero las cosas se complicarían, la charla redundaría en explicaciones necesarias para que el otro comprenda. Y se echaría a perder...

- si estoy sola, y ando...dando vueltas.
- está linda la noche para caminar un poco...

Él en un tiempo, fue uno de esos compañeros simpáticos en la vida de una mujer. Toda mujer tiene alguna vez compañeros para un solo fin, la cama. La cuestión es admitirlo, porque conocía gentes, o mejor dicho, mujeres que tras la elocuencia de su discurso, disfrazan la lasciva necesidad. Imaginando sentimientos con los que escudarse frente a semejante animalidad.
Ella no cargaba con el prejuicio. O, tal vez, le resultaba más fácil porque ningún tipo de sentimiento franqueaba su camino, solía ser un tanto más conflictiva cuando la abrumaban los sentimientos, en este caso no habría porque construirlos...
Nada coartaba el instante. Así fue como llegaron a su departamento, luego de la invitación, que consideró, de su parte, acertada. Tomaron algunas cervezas, apagando el calor, intercambiaron los sucesos de las últimas vacaciones, y se pusieron al día con los hechos importantes, una conversación liviana para una historia liviana, pensó. Ella adoraba la cómoda histeria manejada por ambos, los dos sabían el punto al que los llevaba toda la situación, y allí fueron, sin apuros, sin retorno, prescindiendo de las palabras, entre besos calurosos y caricias suaves... y un par de round de amor, con la tele encendida.. la la la...
Hubiera podido tener algo más que sexo con éste hombre? Un buen sexo, es verdad, pero él se mantenía solamente adorable, porque era simple, no escondía profundidades que movieran su curiosidad. Le parecía agradable el roce de sus cuerpos, se entendían bien. Celebraron su triunfo, tras el cual, él giró su cabeza y quedó dormido.
Ella no miró más que su cuerpo ahí tendido, purificado, ese cuerpo que sentía en ocasiones dividido, ese cuerpo regido por la sistematización, pero que ahora era cuerpo irreglamentado, regalado al deleite, desnudo y sin vigilancia, sin marcas, sin cohesión, era dueña de ese cuerpo. Se sintió feliz, por la extraña liberación.
Imaginó la vuelta a casa, aunque su mente estaba perezosa, se levantó despacio para no atormentar la paz física y mental, se veía bajar la escalera en espiral, abriendo la puerta que se cerraba suavemente tras sí.

En la calle, el calor húmedo de la ciudad.

Caminó sin ser molestada por los transeúntes noctámbulos, por los gritillos de una histérica en trance discutiendo con un novio bobo. En las discusiones reina la palabra Yo, es algo que venía pensando hace tiempo y siempre terminaba comprobando la idea... es innumerable la repetición de este Yo que se impone ante todo amor, toda compasión, toda inteligencia. El Yo enfurecido, se apodera, como un orgasmo de todo el semblante, de todo pensamiento y sensación. La posición al discutir, es un Yo en natural exhibición. No sabía muy bien de dónde venían estas mentiras ingeniadas, que se enganchaban en un zigzag de imperceptibles hilos de concentración.
Suspiró, como queriendo cortar el pensamiento, no iba a llegar a nada profundo hoy, no quiso interrogarse. La noche, ésta, que comenzó con puntillosas estrellas, y lugares recorridos, se habría convertido en dadora de una sonrisa limpia. No deslindó las causas que determinaron los sucesos, la magia estaba en el aire, y no había que buscar respuestas a nada.



2/2/07

Infimanía

le estamos dando vueltas a una cuestión, infidelidad, en las tertulias amistosas de las tardes de un febrero que nos arrastra a la incomprensión

este calor te mata!

infidelidad, porque existen las relaciones serias... formales, normales, establecidas así desde hace mucho tiempo.

infidelidad, es una forma de control social, uno debe reprimir, manteniendo así un cierto orden

infidelidad, palabra poco conocida por aquellas personas que mantienen relaciones poco extensas. es decir, no hay tiempo suficiente para comprobar si sos fiel o no.

concluimos, vivimos en una época de cambios, ya uno no encuentra de que sostenerse, de dónde prenderse. los cambios de pensamientos sufridos en la adolescencia comienzan a ser fácticos, ahora es cuando todas esas constelaciones sobre los asuntos de la vida en general, toman forma de hecho. cómo nos arreglamos para vivir ? es la pregunta.

todavía hay una fé que apunta a nosotras mismas.. es nuestra única creencia.

1/2/07

La mirada

Estoy frente a la máquina, no sé qué escribir. tengo un malestar preciso.

la cuestión es la siguiente: hoy me sentí muy egoísta. pude entrever ese pensamiento, que no dejó de ser preconsciente hasta el momento en que alguien afuera, empujó en pos de su esclarecimiento.

que cagada!

laventuradelapalabra

"sin dudas soy yo un bosque y una noche de árboles oscuros: sin embargo, quien no tenga miedo de mi oscuridad encontrará taludes y rosas debajo de mis cipreses" Nietzsche